Ser lo que eres
Amanece durante el viaje hasta Santander, se cuelan los primeros rayos de sol sobre las marismas de Alday, me sigue sorprendiendo la escena: ver el mundo nacer, luz despiadada, se hace chica la prisa, la vida se empequeñece, cada día es un milagro pero tantas veces lo damos por hecho. Tras el aterrizaje en el Seve, el coche negro conduce lento a lo largo del trayecto hasta Vega de Pas, recuerdo las palabras del ginecólogo, nuestra primera visita tras lo que ya no será, sé que no lo decía a mal, pero fue extraño escucharlo: “Cuando pase todo, ¿tenéis pensado encargar un bebé?”. Encargar. No se lo dije a Laura después, pero se me hizo bola el comentario, tampoco me callé: “No es momento de pensar en eso, es momento de que ella esté bien”.
Vuelvo aquí, a este ahora, observo por la ventana la niebla sobre los valles Pasiegos, subimos el camino serpenteante a través del puerto de La Braguía hasta la casa que nos acogerá estos días, las Cabañas de Pax de Paloma y Ricardo. Piedra, madera, las…
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