Tener algo que decir
“Andar con el cuaderno en la mano y escribirlo todo. Escribirlo todo con la mayor sencillez posible. Caminar con los ojos bien abiertos y el ánimo tranquilo, dejándose llevar por las cosas”, tiene razón Enrique, la mayoría de las veces son los libros los que te eligen a ti —y no al revés. Con los animales sucede lo mismo. Fue Tractor, hace ya casi nueve años, quien me eligió a mí, quien me salvó, quien me mantiene (cada día) pegadito a lo importante. El arranque de la carta pertenece a Ciudades en fragmento de Ernesto Baltar, lo llevo en la mochila, paseo por Chamberí a media tarde, haré noche en Sardinero, Alonso Martínez. Cruzo hasta Las Salesas, paro un ratito (como siempre) en la librería Machado, me gusta el barrio. Me gusta Madrid cuando el verano asoma el hocico y esta urgencia por vivir toma las calles, las terrazas son embajadas del sentir, camino con los ojos bien abiertos, tengo prisa pero en realidad no la hay.
Cenamos pronto en un restaurante con nombre de constelación, fr…

