Me despierta la lluvia a media noche, miro el reloj, son las tres. Intento dormir, pero tras la cortina es incesante el ruido (como una sinfonía matemática) de la tormenta sobre el cristal. Cuando eso sucede —un desvelo— trato de respirar desde el diafragma, muy hondo, siento el aire entrando por las fosas nasales, se hincha el abdomen, noto sobre la pi…
Continúa leyendo con una prueba gratuita de 7 días
Suscríbete a Nada importa para seguir leyendo este post y obtener 7 días de acceso gratis al archivo completo de posts.