Cerramos proyectos, cubrimos la piel con echarpes y hablamos ya sin candil. Cómo cansan estos días. El susurro de más (y más) contagios recorre las mesas, el miedo se disfraza de rutina (pocas cosas peores, porque el miedo nunca puede ser rutina) y el futuro con sus planes se diluye en esta neblina áspera y densa, cómo cala este frío hasta los huesos. C…
Continúa leyendo con una prueba gratuita de 7 días
Suscríbete a Nada importa para seguir leyendo este post y obtener 7 días de acceso gratis al archivo completo de posts.