El lugar que ocupa el amor
“La felicidad no es alegre”, apunto en mis notas la frase de Álex (imposible no hacerlo) porque ahí dentro caben montañas, instalaciones eléctricas, grillos que callan. Hablamos de Vivir sin miedo, de Ophüls, de las cosas que vendrán. Será bonito, de nuevo, presentar el libro aquí. Tras el ratito en la cafetería del Thyssen —es una joya— vuelvo a la exposición de Gabriele Münter, una de las fundadoras de Der Blaue Reiter, vivió toda su vida bajo la sombra de Kandinsky, casi siempre parece triste en sus autorretratos, menos (creo) cuando vuelve a Murnau (en Baviera) entre los lagos de Staffelsee y Riegsee, con el corazón roto, y su vida se derrama sobre las pequeñas cosas. Entonces su tiempo se para, “solo la naturaleza basta”, es cuando aprendes que la belleza también (quizá especialmente) habita en lo cotidiano.
En el tren de vuelta subo una fotografía, es el lienzo (sobre una pared azul Klein) El desayuno de los pájaros, lo pintó en 1934. Es ella, de espaldas, frente a su jardín neva…

