Correspondencias: Su familia nos ha saboteado la relación, ¿existe un camino menos complicado? y “prisas por ser mamá”
Respuestas pausadas a vuestras preguntas desde el corazón, intentando ser honesto, con tiempo y espacio
Preguntas un poco íntimas en torno a la vida, relaciones sentimentales, melancolías cotidianas y casi cualquier cosa que se te ocurra y te preocupe, que aquí estamos para escuchar, sin prisa. La idea es que este espacio sea como una charla frente a un café. De verdad. Sin juzgar, porque este es un espacio seguro. De verdad que lo es.
¿Que cómo podéis preguntarme? Fácil, podéis hacer las preguntas desde aquí. La responderemos en algún Correspondencias, el primer domingo de cada mes, con el nombre que nos digas. Que aquí estamos para ayudar.
Buenas noches, Jesús.
En primer lugar, darte las gracias por responder a mi mensaje de Instagram. La pregunta que te quería hacer tiene respuesta sencilla, ya lo sé, pues es algo que hablo en casa con mi familia (madre, hermana, y también amigos/as allegados) y conmigo mismo, pero a veces un punto de vista distinto viene bien y ayuda, y, como te he dicho te sigo, leo, etc… y me reconforta.
Intento resumir todo. Estaba felizmente casado desde hace un año y medio, en diciembre nació nuestro primer hijo, y hasta ahí todo bien, sin problemas, ilusionados, todo buscado… Pero su familia, y sin entrar en detalles, torpedeó y despedazó todo (empezando por mí), y nos destruyó cuando el pequeño tenía 11 días. Querían acaparar al niño, como han hecho con otros nietos, y dejar a mi familia a un lado, pues no somos nadie, no tenemos dinero. Todo horrible, desagradable, injusto, violento, doloroso… y mi mujer no me dio mi lugar, al contrario, con mi familia incluida. Nosotros somos los malos. Llevo seis meses horrorosos, en los que, además, no paran de ir pregonando por la ciudad lo malo que soy, por ser elegante y no entrar en detalles.
Siempre he querido salvar la pareja, por nosotros, por lo vivido, por el niño… aún con mis errores y cosas malas dichas a raíz de todo lo que se le ha hecho, pero ella me ha relegado por detrás de toda la gente que me repudia y desprecia. Horrible todo. Con mil y más detalles tremendos.
¿Merece la pena intentar salvar algo que “sabes que no” por tener un hijo? ¿Por recuerdos? ¿Por lo que fuimos? Supongo que no, pero me da tanto pánico, pena, y miedo todo, que no sé, a veces dudo, pero sé que no debería. No más humillaciones, no más pisotearme. Mi autoestima esta por debajo de los mínimos.
Y creo que nos vamos a separar.
Espero no haberme extendido, y muchas gracias de antemano por tu repuesta y facilitarme poder preguntar, o contar. Un saludo y gracias.
Buenos días, qué tremendo todo. Cómo lo siento, es imposible ponerse en tu lugar —este es un aprendizaje que me ha traído la experiencia: en realidad es imposible ponerte (de corazón) en el lugar del otro. Puedes intentarlo, puedes tratar de dejar tu ego a un lago, pero tu yo siempre estará ahí para dificultar la verdadera empatía. Pero voy a intentarlo y me vas a permitir comenzar por el final: no, no merece la pena salvar algo que “sabes que no” por tener un hijo.
Nada hay más importante que cuidar esa autoestima (a mí me gusta más llamarlo “quererte” o “respetarte”) que dices que ahora mismo está por los suelos. Sin esa raíz saneada será imposible que florezca robusto tu olivo, ese árbol que un día dará cobijo y sombra a tu hijo. Recuerdo una frase de Madre de corazón atómico de Agustín Fernández Mallo: “Nada ni nadie puede cuidar a los demás si, en primer lugar, no se cuida a sí mismo”. Vamos con el conflicto.
Continúa leyendo con una prueba gratuita de 7 días
Suscríbete a Nada importa para seguir leyendo este post y obtener 7 días de acceso gratis al archivo completo de posts.