Esta semana un lector, Camilo, me ha recordado un momento bonito en torno a Buscaba la belleza en aquella charla que vivimos cobijados por el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza. Maite Sebastiá me deslizó que la palabra “miedo” era la que más se repetía en la novela. Un consejo para afrontar el miedo, me preguntó. “Buah, qué difícil”. No recuerdo exactame…
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