Se cierra (casi, casi) el año, nos inundan la listas y esta sensación de que —a veces— el mundo va más deprisa que nosotros. Es momento de recogerse y parece inevitable sentir cierta sensación de vacío: cómo puede ser que haya pasado otro año (la textura del tiempo tras el confinamiento es diferente, ¿verdad?) y sigan tantos proyectos colgados en el caj…
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